La ciencia no deja lugar a dudas: la amenaza existencial de nuestro tiempo es el cambio climático. Así, de manera directa lo expreso el administrador de la NASA, Bill Nelson, en la presentación del informe anual sobre el estado del clima en el mundo.
“Ocho de los 10 años más cálidos de nuestro plantea ocurrieron en la última década, un hecho indiscutible que subraya la necesidad de tomar medidas audaces para salvaguardar el futuro de nuestro país y de toda la humanidad. La investigación científica de la NASA sobre como la Tierra está cambiando y calentándose guiara a las comunidades de todo el mundo, ayudando a la humanidad a enfrentar el clima y mitigar sus efectos devastadores”. Complementó Nelson en un tono más esperanzador.
“Estamos alrededor de 0,8 o 0,9°C (de aumento). Si se sigue el patrón que está viendo, en 10 años más o menos, 2031 o 2032, estaríamos llegando a ese punto(1.5°C)”, explicó Edil Sepúlveda, científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Edil Sepúlveda afirma que “hay un consenso muy grande” en la comunidad científica sobre que el calentamiento global está causado por los humanos. Igualmente, subraya que los efectos de este calentamiento no son a futuro, sino que ya se pueden percibir.
Por ejemplo, como lo resalta la NASA, el año pasado en Australia, Europa y Asia se experimentaron inundaciones históricas provocadas por niveles nunca antes registrados de intensas lluvias.
Los análisis de la temperatura también muestran que el Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del planeta. De hecho, los satélites muestran una disminución en la extensión del hielo marino de la región de alrededor del 13% por década. Los satélites también registran que el océano también se está calentando a un ritmo bastante alto.
La NASA explica que, en el proceso de este informe anual, durante todo el año las estaciones meteorológicas, los barcos y las boyas oceánicas de todo el mundo, reportan la temperatura en la superficie de la Tierra.
“Estas mediciones terrestres de la temperatura de la superficie se validan con datos satelitales del Atmospheric Infrared Sounder (AIRS) en el satélite Aqua de la NASA. Los científicos analizan estas mediciones utilizando algoritmos informáticos para lidiar con las incertidumbres en los datos y el control de calidad para calcular la diferencia de temperatura superficial en el promedio global de cada año”. destaca la NASA.













