En medio de la consternación por el trágico colapso ocurrido el viernes pasado cerca de El Carmen de Atrato, donde perdieron la vida 38 personas (según la cifra más actualizada hasta este lunes 15 de enero), otra situación difícil afecta a la comunidad chocoana y a los viajeros que se desplazan hacia la escena del desastre, esperando noticias sobre sus seres queridos.
Después del incidente, surgieron reportes sobre el significativo incremento en los costos de los boletos de avión, una situación en la que incluso el presidente Gustavo Petro intervino enviando un mensaje a las aerolíneas: “La aeronáutica civil debe investigar las empresas de aviación que elevaron el precio de los tiquetes aprovechando la tragedia. No se debe establecer negocios sobre la sangre”.
La gobernadora de Chocó, Nubia Carolina Córdoba, también expresó su descontento hacia las aerolíneas, señalando que la cuestión de los elevados costos de los boletos no es algo nuevo. Por esta razón, explicó que muchos pasajeros optan por tomar la «trocha de la muerte», término utilizado en Chocó para referirse a la carretera Quibdó-Medellín.
Residentes de Chocó reportaron la imposición de tarifas que superan los 600.000 pesos por un solo viaje de Quibdó a Medellín, a pesar de que dicho vuelo normalmente tiene una duración de tan solo 30 minutos.
