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Cuando las esperanzas de conseguir una medalla para Colombia en los Juegos Olímpicos 2024 estaban casi perdidas, llegó un ‘Ángel´ en las barras fijas para darle la alegría a todo un país con una impensable medalla de plata. Con este hecho trascendental que acapara la cobertura mediática, muchos se preguntarán cómo un joven de tan solo 17 años puede portar sobre su pecho una presea, que a muchos deportistas de alto rendimiento les cuesta años e incluso décadas alcanzar. La respuesta está en los hábitos y la mentalidad que le trazaron el camino al cucuteño para conquistar ese gran logro, haciendo historia en el deporte colombiano.
Escuchar a Ángel Gabriel Barajas Vivas en las entrevistas luego de ganar la preciada medalla olímpica es entender por qué logró un premio tan imponente a su corta edad: comprendió que la clave del éxito está en la disciplina que su entrenador Jairo Ruíz le enseñó desde que era un niño soñando con ser un gran gimnasta. Y es que uno creería que quien tiene más dinero o más estatus es quien tiene solo ‘derecho’ a triunfar en la vida. Sin embargo, la historia de vida de Ángel es un contraargumento a dicho prejuicio porque al éxito no le importa ni el dinero, ego o estatus, al éxito le interesa las acciones que hacemos en nuestro día a día para alcanzar el objetivo de ser mejor que nuestra versión de ayer.
Hábitos como la confianza en sí mismo, la pasión hacia su deporte, las largas jornadas de entrenamiento físico, la alimentación balanceada, la visualización de sus metas e incluso el uso restringido del celular y los estrictos horarios de sueño formaron en Ángel, un deportista disciplinado capaz de tener una mentalidad ganadora donde su único propósito era hacer su mayor esfuerzo para entregar una rutina lo más limpia posible. Como resultado, la humildad que caracteriza a Ángel le dio como regalo su premio más soñado. Además de todo esto, cada persona que estuvo presente en su preparación fue pieza clave para que Ángel, con su impecable actuación, hiciera llorar de felicidad a todo un país.
Es probable que muchos llegarán a pensar que estas ‘rígidas’ reglas que su entrenador inculca a sus alumnos, no tienen ninguna relación con que, por ejemplo, Ángel lograra la primera medalla olímpica para Colombia en París 2024. Sin embargo, estos hábitos, junto con su indiscutible talento, hicieron de su salud física y mental un lugar seguro para confiar en su proceso y brillar en París, haciendo sentir orgullosos a más de 50 millones de colombianos. Por tanto, nos encontramos ante una generación que cree y construye sus sueños a pesar de cualquier obstáculo. Ahora el reto de Barajas es seguir esforzándose para “superarse a sí mismo”.
Ángel, con la ayuda de las grandes enseñanzas de su entrenador, ha entendido lo que Ryan Holiday, expresó en su libro, El ego es el enemigo: «No se trata de vencer a otra persona. No se trata de tener más que los demás. Se trata de ser lo que somos y ser tan buenos en eso como sea posible, sin sucumbir a todas las cosas que nos alejan de nuestro objetivo».