Nuestro país amanece hoy con la triste noticia de una nueva eliminación en un torneo de fútbol femenino. Nuestras ‘Chicas Superpoderosas’ le dijeron adiós al Mundial Sub-23 Colombia 2024 tras caer 3-0 en los penales, después de empatar 2-2 contra Países Bajos (Holanda). Tras la derrota, no tardaron en aparecer las críticas sin fundamento de algunos aficionados que, desconociendo el fútbol femenino en nuestro país, estigmatizan el deporte y hablan de un «satanismo» por nuestras derrotas.
No es la primera vez que somos eliminados, ni la primera vez que las cosas no se nos dan a nivel internacional. Tampoco es la primera vez que las mujeres juegan fútbol en Colombia. Todo se remonta a 1970, cuando se plantó la primera semilla de este deporte, y fue necesario esperar 47 años para que, en 2017, la primera liga femenina se convirtiera en una realidad. Pocos saben que en 1991 ya había mujeres futbolistas colombianas jugando a nivel internacional, sin apoyo alguno, bajo la creación de la División del Fútbol Aficionado (Difútbol), lo que impulsó la presencia femenina en los Juegos Olímpicos, la Copa Libertadores e incluso en mundiales.
Imagen: FCF
Muchos desconocen quién fue Margarita María Martínez Betancur, una antioqueña que puso la primera piedra para que las mujeres fueran futbolistas. Ella es la mentora que abrió el camino para que hoy figuras como Linda Caicedo, Mayra Ramírez, Luisa Agudelo y Catalina Usme destaquen a nivel mundial. Medellín, la ciudad de la eterna primavera, fue la cuna del fútbol femenino, con los primeros partidos jugados en el barrio La Floresta. Posteriormente, Valle del Cauca se consolidó como el primer equipo femenino top del país, al ganar el título de Difútbol.
Con una Dimayor en pañales, entre 1995 y 2003, Antioquia y Bogotá llevaron el fútbol femenino a su punto más alto de la mano de las hermanas Betancur, Margarita y Miriam, cuyos seleccionados se turnaban los torneos nacionales. En 2004, sin embargo, llegó una pausa de 13 años que frenó lo que alguna vez ellas habían impulsado. Fue entonces cuando la División Mayor del Fútbol Profesional decidió crear la primera liga femenina, que fue ganada por Independiente Santa Fe, y cuyo último campeón es Deportivo Cali.
Es importante resaltar que no fue hasta 2009 y 2010 que comenzó el fútbol internacional femenino a nivel de selecciones en Colombia, cuando se iniciaron los primeros procesos para formar una Selección Colombia Femenina, que aún estaba lejos de consolidarse. Sin embargo, con la llegada de la Copa Libertadores Femenina y el título de Atlético Huila en 2018, ese sueño no parecía tan distante. Entre 2011 y 2012, Difútbol y Fedefútbol se unieron para crear una Copa Nacional, precursora de los clubes que integrarían el torneo de la Dimayor seis años después.
Así surgió la Selección Colombia Femenina, recordando a las hermanas Betancur, quienes participaron en torneos femeninos en Argentina en 1997 y 1998. Poco después, se organizaron los primeros sudamericanos en Bogotá y se empezó a formar un equipo de élite. Este equipo debutó en el año 2000 en un torneo invitacional en Perú, y en 2003 jugó el primer Sudamericano Sub-19, también en Perú. En 2005 llegaron los Juegos Bolivarianos y, a partir de ahí, más torneos comenzaron a abrirse para las mujeres.
Hoy en día, estamos viviendo una época gloriosa para el fútbol femenino colombiano, aunque aún queda mucho por conquistar. Nuestras chicas han demostrado su talento en los Juegos Olímpicos de Londres y Río de Janeiro, enfrentándose a las grandes selecciones del mundo, como Estados Unidos, en Copas del Mundo. Con técnicos como Carlos Paniagua, contamos con una generación Sub-23 y una Selección de mayores que están a la par, e incluso por encima, de la selección masculina. Solo falta algo para consagrar nuestro fútbol: trofeos. Con el tiempo, el trabajo, la dedicación y el apoyo necesario, esos títulos empezarán a llegar a nuestro país.
