Insólitos e inaceptables fueron los momentos de terror vividos por hinchas y jugadores la noche de ayer en el Estadio Atanasio Girardot de la ciudad de Medellín. Sobre el minuto cincuenta y seis de partido, hinchas de ambos equipos se enfrentaron tras conocerse el hurto de una de las banderas de la afición. El partido iba 2-0 a favor de los locales, con goles de Andrés Román y Marino Hinestroza.
En las impactantes imágenes, se puede ver a hinchas de ambos equipos con puñales y armas cortopunzantes agrediendo a los seguidores rivales, personas cayendo desde las graderías y miembros de la Policía antidisturbios intentando controlar la situación. Hasta el momento, se reportan más de veinte heridos, y la hinchada barranquillera tuvo que permanecer en el recinto deportivo hasta que no hubiera más peligro.
Se esperan fuertes sanciones por parte de la Dimayor, de carácter deportivo y recreativo, para ambas hinchadas. Es probable que Atlético Nacional no pueda albergar partidos con su afición durante un tiempo. Junior, por su parte, solicitó los puntos del partido por falta de garantías, pero también podría ser sancionado económicamente, y su hinchada enfrentaría prohibiciones de ingreso a futuros eventos deportivos.
Todo comenzó con el segundo gol de Atlético Nacional, cuando Hinestroza celebró de manera provocativa hacia la hinchada visitante, simulando que estaba pescando tiburones. Esto enfureció a los aficionados de Junior, quienes alzaron una bandera alusiva a su club, la cual fue sustraída por un hincha del equipo local, desatando así el caos y generando momentos de terror y angustia dentro y fuera del estadio.
Se espera que en las próximas horas se conozcan las resoluciones y sanciones pertinentes para cada equipo, así como la decisión sobre la distribución de puntos o si el juego se reanudará a puerta cerrada desde el minuto cincuenta y seis. Las redes sociales no tardaron en compartir imágenes y videos con el hashtag #FútbolEnPaz, en un intento por controlar y evitar más actos violentos en los estadios del país.
Por otro lado, se descartó la versión de una periodista local que afirmaba que varios futbolistas del equipo barranquillero habían sido apuñalados por hinchas de la barra sur. Lo que sí se vio fue a los jugadores auxiliando a los heridos, poniendo en riesgo su propia seguridad. Las salidas del estadio fueron las más afectadas, debido a la multitud que intentaba abandonar el lugar; allí se presentaron la mayoría de heridos, quienes tuvieron que soportar golpes de los policías e inhalación de gases lacrimógenos.
Sin duda, un hecho lamentable que pone en alerta a todo el país sobre la constante violencia entre hinchadas durante los partidos de local y visitante, una situación crítica que no ha sido abordada de manera adecuada. Las autoridades hacen un llamado a vivir este deporte en paz y anuncian la implementación de mecanismos de seguridad más estrictos para el ingreso a los estadios, con el fin de evitar el porte de armas y prevenir estas tragedias.
