Después de 24 horas que el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, asumiera el mandato de la casa blanca, inauguró su segundo gobierno con una serie de medidas y reformas en distintas áreas gubernamentales totalmente opuestas al gobierno de su predecesor, Joe Biden.
Al momento de iniciar su mandato, Trump rompió el record de firmar más de 200 ordenes ejecutivas, ordenes que cuya aplicación no se necesitan de la aprobación por parte del Senado y cuyo propósito está en gestionar las operaciones federales en los estados americanos. Esto con el propósito de cumplir con todas las promesas que hizo en campaña a nivel político, social, económico y diplomático sin tanto precedentes en su poder presidencial.
Una de las principales medidas, fueron la de regular las políticas asociadas con la inmigración y las solicitudes de asilo por parte de extranjeros. Uno de los ejemplos más destacados, fue la de declarar emergencia nacional en la frontera sur de EE. UU, poner fin de inmediato al uso de la aplicación CBP One y dar inicio a un proceso para poner fin a la ciudadanía por nacimiento, con este último se esperan fuertes batallas legales debido a su contradicción con la constitución americana según la Enmienda 14 – Sección 1.
Además, muchos decretos firmados por el actual presidente van en contra de las políticas verdes y a la diversidad e inclusión. Estados Unidos ya no pertenecerá a los acuerdos de Paris firmados en 2015, a la OMS y congelará las contrataciones de funcionarios para evitar la presencia de activistas de diversidad, igualdad e inclusión en su gobierno.
Esto último, con el propósito de combatir “la guerra cultural” en su administración, donde “establecerá la existencia de lo masculino y lo femenino como realidad biológica y protegerá a las mujeres de la ideología radical de género”, según su equipo. Para el gobierno Trump, su política oficial solo reconocerá los dos géneros, masculino y femenino.
Por otro lado, en ámbitos económicos, anunció la aplicación de aranceles a México y Canadá hacia productos importados de estos dos países para proteger la industria nacional y reducir el déficit comercial que se tiene con los otros países norteamericanos. Para las agencias federales, Trump ordenó que estas abordaran los persistentes déficits comerciales y las prácticas comerciales injustas, incluyendo la manipulación de divisas por parte de otros países. Además, solicitó una evaluación del cumplimiento de China con el acuerdo comercial «Fase 1» firmado en 2020, que exigía a China aumentar las compras de exportaciones estadounidenses en 200.000 millones de dólares en dos años, objetivo que no se alcanzó debido a la pandemia de COVID-19. Esta orden busca determinar si son necesarias acciones de cumplimiento o modificaciones al acuerdo, sin imponer de inmediato nuevos aranceles.
Los temas diplomáticos también fueron de suma prioridad en las ordenes ejecutivas de Trump, teniendo como principal prioridad las relaciones con México y las luchas vinculadas con el narcotráfico. Una de las iniciativas fue la de designar a los carteles mexicanos como «organizaciones terroristas extranjeras», lo que significaría una posible acción del gobierno norteamericano en territorio mexicano. La reactivación del programa «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en su país natal mientras se procesan sus caso en Estados Unidos, esta medida fue revocada en la anterior administración Biden y que para este nuevo gobierno, su aplicación va a ser obligatoria.