En respuesta a una creciente ola de violencia contra la fuerza pública, la Policía Nacional adoptó una decisión sin precedentes: autorizar a sus miembros a portar sus armas reglamentarias incluso cuando no estén en servicio y llevarlas a sus hogares. Así lo anunció el director de la institución, general Carlos Fernando Triana, este 29 de abril.
La medida se toma en medio de una ofensiva criminal conocida como el “plan pistola”, atribuida al Clan del Golfo, que ha dejado al menos 27 uniformados asesinados en las últimas semanas. Según el general Triana, los ataques han ocurrido principalmente cuando los policías están fuera de servicio, lo que ha generado una gran preocupación dentro de la institución.
“Esta es una decisión firme. Queremos garantizar que nuestros policías puedan defenderse, incluso cuando están en sus casas compartiendo con sus familias. No vamos a permitir que el Clan del Golfo siga atentando contra su integridad”, señaló el general en entrevista con Noticias Caracol.
El permiso para portar armas fuera del horario laboral se implementará bajo estricta supervisión de los superiores de cada uniformado y en coordinación con el Ministerio de Defensa. La directriz busca brindar una herramienta de defensa frente a ataques sorpresivos, los cuales, según las autoridades, han sido ejecutados por personas que se infiltran en la comunidad y atacan por la espalda.
Además del anuncio, el general Triana hizo un llamado a la ciudadanía para que colabore con las autoridades denunciando cualquier actividad sospechosa. “Necesitamos la ayuda de todos para anticiparnos a estos hechos que enlutan a tantas familias”, indicó.
El presidente Gustavo Petro también se pronunció sobre el tema a través de su cuenta en X, afirmando que los ataques serían una represalia por los golpes recientes contra las estructuras del Clan del Golfo. No obstante, entre las víctimas también figuran militares que, según el propio Gobierno, habrían sido asesinados por disidencias de las extintas Farc.
Una de las acciones más graves ocurrió el pasado domingo en la zona rural de Charras, Guaviare, donde siete soldados murieron en una emboscada.