Nuevo paro armado del ELN en Chocó pone en alerta a las comunidades del río Baudó

Las comunidades residentes en las inmediaciones del río Baudó, en el departamento del Chocó, vuelven a quedar atrapadas por la violencia. Desde el mediodía del viernes 2 de mayo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) impuso un nuevo paro armado de 72 horas, que irá hasta la medianoche del lunes 5 de mayo. Hecho que ha generado preocupación entre los habitantes, quienes temen que se presenten nuevos episodios de confinamiento y desplazamiento forzado, como los vividos en meses anteriores.

Este paro, según ha indicado el grupo armado, busca restringir el tránsito en la región para evitar que civiles se vean afectados en los enfrentamientos que sostiene el ELN con el Clan del Golfo, organización criminal que también hace presencia en la zona. Las restricciones afectan especialmente a las comunidades cercanas al río Baudó y sus afluentes, donde se han concentrado las tensiones entre los grupos ilegales.

En su comunicado, el Frente de Guerra Occidental que se hace llamar Ogli Padilla —brazo del ELN en esta región— justificó el paro como una medida de “protección a la población civil”, en medio de lo que describe como una ofensiva armada de una estructura ‘paramilitar’ liderada por alias Piernas Limpias, a quien acusan de actuar con respaldo de sectores políticos y de tener vínculos con las Fuerzas Militares.

La gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, he descrito la situación de la siguiente manera: “Hoy el Chocó es un fortín de guerra”, refiriéndose a la disputa territorial entre el ELN y el Clan del Golfo, que buscan el control de corredores estratégicos y economías ilegales. “El Chocó es un territorio biodiverso e interracial que sobrevive al abandono estatal y a la persecución de bandas paraestatales que avanzan rápida y agresivamente sobre estas tierras”, se lee en el documento redactado por el grupo al margen de la ley.

Hasta el momento, las autoridades pertinentes no se han pronunciado ante esta situación, mientras las comunidades siguen viviendo bajo la incertidumbre y el miedo. Siendo la población civil la más afectada por esta guerra que parece no tener fin.

Imagen tomada de: swissinfo.ch

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