Las notas de una época se apagan con la partida de Carmenza Duque, la cantante manizaleña que conquistó corazones con su voz profunda y nostálgica. Este jueves, su familia confirmó que falleció a los 74 años en Estados Unidos, tras complicaciones de salud que venía enfrentando desde hace más de un año.
Duque, no solo interpretó con el alma canciones como ‘La potra zaina’, ‘Yo no me vuelvo a enamorar’ y ‘Motivos’. Las vivió. Su voz fue consuelo y compañía para generaciones que la escucharon en las décadas de los 70 y 80, cuando los boleros y las baladas tenían un lugar privilegiado en las radios y los corazones.
Su hija, María Francisca Gutiérrez Duque, fue quien compartió los detalles con el medio radial La W. “Llevaba un año con muchas complicaciones. El año pasado tuvo un paro, luego dos infartos y ahora estaba de viaje y entró a la clínica hace cuatro días por una pancreatitis”, explicó. Una cirugía de urgencia terminó por debilitar aún más el cuerpo de la artista, que no resistió.
Una vida hecha música
Carmenza comenzó a cantar desde niña en reuniones familiares y escolares. A los 14 años debutó profesionalmente en su natal Manizales, y dos años después se trasladó a Bogotá decidida a buscar su lugar en la industria musical. Fue allí donde grabó su primer disco a los 18 años, con temas que pronto se posicionaron en la radio colombiana.
A lo largo de su carrera, Carmenza Duque realizó más de 15 giras nacionales y al menos 5 giras internacionales, llevando su música a escenarios en México, Ecuador, Venezuela, Panamá y Estados Unidos. En total, cantó en más de 10 países de América Latina, participó en festivales de música romántica y compartió escenario con figuras destacadas del bolero y la balada.
Su discografía incluye más de seis álbumes de estudio y decenas de sencillos, entre ellos clásicos como ‘Cielo rojo’, ‘Una mujer’, ‘Zamba de mi esperanza’, ‘Quiero abrazarte tanto’, ‘Soy lo prohibido’ y ‘Miénteme’. Su estilo interpretativo, cargado de emoción, hizo que muchos la apodaran “la voz del desamor”.
Un legado imborrable
Más allá de su voz, Carmenza Duque fue una mujer que defendió el poder de la música como forma de sanar, de contar historias y de conectar con el alma de las personas. Aunque sus últimos años los vivió fuera del país, nunca se desligó de sus raíces y mantuvo contacto con su público colombiano.
Hoy, la música nacional despide a una de sus grandes exponentes. Carmenza Duque ya no está físicamente, pero en cada estrofa que dejó grabada vive un pedazo de historia, de país y de corazón.
Imagen tomada de: elespectador.com