En medio del silencio que deja una ausencia profunda, los colegas del senador Miguel Uribe Turbay transformaron su curul en el Senado en un pequeño altar de esperanza. Allí, sobre la silla vacía, ondea una bandera de Colombia con un mensaje claro y conmovedor: “Senador Miguel Uribe, te estamos esperando”.
El homenaje no pasó desapercibido. Una fotografía del congresista, acompañada de los hashtags #FuerzaMiguel, #DiosEstáContigo y #ProntaRecuperación, fue puesta como símbolo de unidad y fe. Cada elemento sobre ese escritorio habla de solidaridad y del deseo colectivo de que el senador, aún en estado crítico, logre superar este difícil momento.
El atentado del pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá dejó al senador gravemente herido. Hoy permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe, donde recibe atención médica constante. El parte más reciente indica que su estado sigue siendo crítico, pero se mantiene estable dentro de esa complejidad. Las palabras del director médico, Adolfo Llinás, son claras: “Su situación reviste la máxima gravedad”.
Desde el Congreso, las muestras de apoyo no se han hecho esperar. La bancada del Centro Democrático —partido al que pertenece Uribe— rindió un sentido homenaje decorando su lugar en la Plenaria con símbolos que reflejan no solo afecto, sino también resistencia y esperanza. El presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Raúl Salamanca, anunció que durante toda esta semana no se debatirán proyectos de ley, y se dedicarán las sesiones a actos simbólicos de unidad nacional.
La situación ha tocado profundamente a su familia. Su esposa, María Claudia Tarazona, compartió un mensaje cargado de amor y fuerza: “Nuestro amor me mantiene firme”, acompañado de fotografías junto a sus hijos. En una entrevista reciente, dijo con voz entrecortada: “Miguel necesita un milagro”.
Su padre, también profundamente afectado, expresó con serenidad: “Mi hijo, en medio del dolor, ha logrado unir a este país en una sola voz”. Y quizás tiene razón. Porque más allá de diferencias políticas, lo que hoy se escucha en el Congreso y en redes sociales es un mismo clamor: el deseo de que Miguel Uribe Turbay se recupere y vuelva a ocupar su lugar en el Senado.