Laura Sarabia presentó su carta de renuncia como canciller, apartándose del gobierno de Gustavo Petro, del cual hizo parte desde su inicio en 2022. En la misiva manifestó sentirse orgullosa de haber pertenecido al proyecto político en distintos roles: como jefa de gabinete, directora del DAPRE, del DPS y, por último, como ministra de Relaciones Exteriores.
— Laura Sarabia (@laurisarabia) July 3, 2025
La razón que Sarabia argumenta para su salida se relaciona con decisiones tomadas desde Presidencia que, según ella, “por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar”. La exministra estuvo envuelta en diversas polémicas durante su paso por el Ejecutivo. La más reciente: las diferencias por el contrato de los pasaportes, tema que asumió el nuevo jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade.
El presidente Petro, quien se encuentra en España y ha sido noticia por su discusión con el mandatario francés Emmanuel Macron durante la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, reaccionó en su cuenta de X ante la renuncia de Sarabia:
“Espero que hoy Laura sea una mejor mujer de la que era cuando me conoció. Buen viento y buena mar.”
Deseo a Laura Sarabia la mejor de las suertes. Creo que fue vital en la campaña por su orden y disciplina
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 3, 2025
estuvo siempre y firme en el equipo de acción al que pertenecía, yo como orador y candidato, ella.como hormiguita organizadora.
Y luego en el gobierno descubrí, si escoge…
La renuncia de Laura Sarabia y su impacto en el Gobierno Petro
La renuncia de Sarabia ocurre en un momento delicado para el Gobierno, que enfrenta críticas internas y externas por sus recientes decisiones en política exterior y contratación pública. Diversos sectores políticos interpretan su salida como una señal de fractura al interior del círculo de confianza del presidente. Sarabia había sido una de sus funcionarias más cercanas y una de las figuras más visibles del gabinete.
La controversia por el contrato de los pasaportes fue el detonante de esta última crisis. La Cancillería declaró desierta la licitación, una decisión que generó dudas sobre la transparencia del proceso y motivó una intervención directa del presidente. La tensión se agudizó tras la llegada de Alfredo Saade, quien asumió el liderazgo de ese asunto, desplazando visiblemente a Sarabia.
En los últimos meses, la ahora exministra también había sido blanco de cuestionamientos por su protagonismo y estilo de gestión. Desde el escándalo por las interceptaciones ilegales en 2023 hasta su reciente manejo de la diplomacia, Sarabia acumuló detractores dentro y fuera del Ejecutivo. Aun así, mantenía el respaldo del presidente hasta este nuevo episodio.
La carta de renuncia, publicada también en redes sociales, deja entrever que la salida fue más ética que política. No es común en el alto gobierno una renuncia por “coherencia personal”, lo que abre interrogantes sobre el rumbo del Gobierno Petro en su tercer año. Por ahora, el cargo de canciller queda vacante y las tensiones dentro del gabinete se hacen más visibles.