Este sábado 5 de julio, la ciudad de Gondomar, en el norte de Portugal, vivió una de sus jornadas más tristes: cientos de personas se reunieron para dar el último adiós a Diogo Jota y su hermano André Silva, fallecidos en un trágico accidente de tránsito en una autopista de Galicia, España. La ceremonia fúnebre se llevó a cabo en la iglesia matriz del municipio y estuvo marcada por la emoción, el respeto y la presencia de reconocidas figuras del deporte.
El féretro de Diogo fue acompañado por una multitud silenciosa. Sobre él reposaba su camiseta del Liverpool con el dorsal 20, mientras que el de André portaba el 30, número que usaba en el club Penafiel. Entre los asistentes se destacaron futbolistas como Rúben Neves, Van Dijk, Robertson, João Félix y exjugadores del FC Porto, equipo donde Jota también brilló antes de llegar a la Premier League. Además, estuvieron presentes representantes de la Federación Portuguesa de Fútbol y del cuerpo técnico de la selección nacional.
La ceremonia fue presidida por el obispo de Oporto, Manuel Linda, quien dedicó palabras de consuelo a los familiares y a la comunidad, recordando la calidad humana de ambos hermanos. Afuera, una multitud guardó un minuto de silencio mientras se proyectaban imágenes de sus momentos deportivos más recordados. Las redes sociales se inundaron de mensajes de despedida, no solo de compañeros y clubes, sino también de miles de aficionados que lloraron la partida de dos jóvenes talentos.
Diogo Jota, de 28 años, era padre de tres hijos y estaba en uno de los mejores momentos de su carrera. Su hermano André, de 25, jugaba en la segunda división portuguesa y había sido convocado a selecciones juveniles. La tragedia ha generado conmoción global, y varios clubes —incluidos el Wolverhampton, Atlético de Madrid, Liverpool, Penafiel y FC Porto— han rendido homenajes públicos, incluyendo un minuto de silencio en los partidos del fin de semana y banderas a media asta.