El Circuito de Spa-Francorchamps en Bélgica será esta semana testigo de una historia profundamente humana: el regreso de Juan Manuel Correa al lugar donde todo cambió en 2019.
Aquel año, durante la carrera de Fórmula 2, ocurrió uno de los accidentes más impactantes del automovilismo moderno. Correa y el francés Antoine Hubert protagonizaron un choque trágico. Hubert, con solo 22 años, perdió la vida.
Correa, por su parte, sufrió fracturas múltiples en piernas, columna y ligamentos, debiendo ser inducido a coma para sobrevivir. Tras años de cirugías, fisioterapia, recaídas y una lucha diaria por volver a caminar, Correa no solo se puso de pie: se propuso volver a competir.
Lo hizo primero en simuladores, luego en monoplazas. Hoy, cinco años después, regresa al mismo trazado que casi le arrebata todo. “Volver a Spa no es solo correr. Es cerrar un ciclo, rendir homenaje y demostrar que la resiliencia también tiene motor.”