Se estrenó la nueva temporada de Monstruos, la serie estadounidense de Netflix que relata los crímenes más conocidos de Estados Unidos. Esta serie es recordada por su primera temporada, que se enfocó en Jeffrey Dahmer. En esta segunda temporada, el enfoque está en Lyle y Erik Menéndez, dos hermanos que asesinaron a sus padres en su mansión en Beverly Hills, California, el 20 de agosto de 1989. Este caso sigue activo hasta el día de hoy.

Los hermanos, Joseph Lyle Menéndez y Erik Galen Menéndez, oriundos de Princeton, Nueva Jersey, son hijos de José y Mary Louise «Kitty» Menéndez. Lyle nació el 10 de enero de 1968 y Erik el 27 de noviembre de 1970, llevándose tres años de diferencia. Hoy en día, tienen 56 y 53 años. En 1987, se mudaron a California con su padre, a una lujosa mansión que había sido heredada por Prince y Elton John. A pesar de llevar una vida de lujos, enfrentaban múltiples problemas académicos.

Erik se destacó más que Lyle en un instituto en Calabasas, ya que Lyle había sido puesto en libertad condicional en Princeton por sus malas notas y fue castigado por cometer plagio en la universidad. Dos años después, cuando tenían 19 y 21 años, ocurrió el desgarrador suceso que los tiene hoy en prisión y en busca de su liberación, tras haber asesinado a sus padres a sangre fría.Inicialmente, ambos inventaron que sus padres habían sido asesinados por la mafia, alegando que su padre tenía vínculos con ellos en varios negocios.

Con esta versión, reclamaron una herencia de más de catorce millones de dólares, que gastaron en fiestas, entrenadores de tenis, relojes y automóviles. Sin embargo, esta versión se derrumbó cuando Erik confesó el crimen a su psiquiatra. Luego, tras ser amenazado por Lyle, el psiquiatra recurrió a la policía, y ambos fueron arrestados y judicializados por separado.

Después de la muerte de sus padres, varias grabaciones de su madre demostraron que ambos hermanos presentaban tendencias sociópatas. Sin embargo, una versión más oscura surgió: ambos habrían cometido el crimen como resultado de años de abuso sexual, físico y psicológico por parte de su padre, quien los amenazaba con matarlos. Leslie Abramson, la abogada defensora de los hermanos, sigue luchando por liberarlos, alegando que fueron víctimas de estos abusos.
Ambos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por los cargos de asesinato en primer grado y conspiración homicida. Su vida en prisión no ha sido fácil, ya que estuvieron separados por más de veinte años y fueron víctimas de ataques, enfermedades e intentos de suicidio. A pesar de esto, ambos se casaron en prisión, y ahora un nuevo testigo, su primo, podría ser clave para otorgarles la libertad.

Por último, esta serie ha generado mucha intriga y polémica, ya que, para actores y figuras públicas como Kim Kardashian, la narrativa incrimina aún más a los hermanos, quienes, para muchos, son inocentes. Desde 2004, múltiples documentales han abordado el caso desde diferentes perspectivas, y se espera que este tome un giro drástico antes de finalizar el 2024.