En Colombia, el derecho a la protesta sigue siendo una herramienta viva de participación ciudadana. Las recientes jornadas del paro nacional, realizadas los días 28 y 29 de mayo, dejaron un mensaje claro: la mayoría de los colombianos eligieron la paz como forma de expresión. Así lo confirmó el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, quien entregó un balance positivo sobre el desarrollo de estas movilizaciones a lo largo del país.
De acuerdo con el ministro, el 98 % de las 359 manifestaciones registradas en los 32 departamentos del país se realizaron sin alteraciones graves, lo que ha sido interpretado por el Gobierno como una muestra de madurez democrática. «La fuerza pública acompañó las movilizaciones y garantizó la seguridad de quienes salieron a ejercer su derecho constitucional», expresó Sánchez en diálogo con W Radio.
Sin embargo, no todo fue calma. En Bogotá y Popayán se presentaron situaciones que obligaron a activar protocolos especiales de control. En la capital del Cauca, encapuchados atacaron un CAI (Centro de Atención Inmediata) con artefactos explosivos improvisados, conocidos como papas bomba, y se reportaron intentos de agresión contra uniformados. La intervención de la Policía Nacional se realizó bajo parámetros legales y, en algunos casos, fue la misma ciudadanía quien ayudó a contener los hechos violentos, enviando un mensaje claro de rechazo a la violencia.
El ministro reiteró que la manifestación es un derecho legítimo y protegido por la Constitución, pero también recordó que debe ejercerse dentro del marco de la ley. «Protestar no es lo mismo que atacar, destruir o agredir», señaló. Además, anunció que el Gobierno continuará reforzando su presencia institucional en todo el país para prevenir alteraciones y proteger tanto a la población como a quienes participan en estas jornadas de manera pacífica.
Aunque circularon alertas sobre posibles intentos de infiltración por parte del ELN y disidencias de las Farc, el ministro no ahondó en este tema. Su enfoque se mantuvo en destacar el comportamiento ejemplar de la mayoría de los ciudadanos y en reforzar el compromiso estatal con el respeto a los derechos humanos, el orden público y la convivencia.
¿Solamente en Colombia se presentan este tipo de protestas?
Sin duda, no es Colombia el único país donde la gente sale a defender sus derechos y hacerse sentir. Cifras, muestran que en América Latina, la protesta social sigue siendo un medio vital para que los ciudadanos expresen sus demandas, y en muchos países recientes, la mayoría de estas movilizaciones se han desarrollado de manera pacífica. Por ejemplo, en Chile, durante las manifestaciones de 2024, cerca del 95 % de las protestas se realizaron sin incidentes mayores, según informes oficiales del Ministerio del Interior.
En Argentina, las movilizaciones sociales durante el primer trimestre de 2025 mantuvieron un índice de convivencia pacífica superior al 90 %, con la mayoría de las marchas desarrollándose sin alteraciones significativas, de acuerdo con datos del Ministerio de Seguridad.
En Perú, las recientes protestas sociales lograron un índice de manifestaciones pacíficas cercano al 92 %, según reportes de la Defensoría del Pueblo, reflejando un compromiso creciente con la protesta no violenta.
Estos ejemplos muestran una tendencia creciente en la región hacia la protesta pacífica como forma legítima y efectiva de participación ciudadana, marcando un contraste con episodios más violentos del pasado y apuntando hacia una madurez democrática en América Latina.