El ingreso de Colombia al Nuevo Banco de Desarrollo, fundado por los países BRICS, representa un giro estratégico en la política exterior y una apuesta por nuevas fuentes de financiación para el desarrollo sostenible.
Colombia fue aceptada oficialmente como miembro del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la entidad financiera creada por los países BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—. Este paso, anunciado por la presidenta del banco, Dilma Rousseff, durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, marca un hito en la historia reciente de la política económica y diplomática colombiana.
Aunque el país no ingresa formalmente al bloque político BRICS, su adhesión al banco es significativa. No solo abre la posibilidad de acceder a recursos financieros alternativos, sino que también simboliza una diversificación en las alianzas estratégicas de Colombia a nivel global.
Más que dinero: una decisión con peso geopolítico
Según la canciller Laura Sarabia, esta decisión “trasciende lo financiero” y se enmarca dentro de una política exterior que busca ampliar horizontes más allá del eje tradicional conformado por Estados Unidos y Europa. “Estamos explorando nuevas rutas de cooperación internacional, con países que también están construyendo alternativas al modelo económico dominante”, afirmó.
La adhesión al NDB fue solicitada por el presidente Gustavo Petro en mayo de 2025, durante su visita a China. En su carta de intención, el gobierno colombiano se comprometió a suscribir 5.125 acciones del capital del banco, divididas entre acciones exigibles y pagadas, lo que representa un aporte equivalente a unos 2,1 billones de pesos colombianos.
¿Qué es el Nuevo Banco de Desarrollo?
El NDB fue creado en 2014 por los países BRICS con el objetivo de financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible, especialmente en economías emergentes. A diferencia de otras entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, el NDB no impone condiciones políticas a sus préstamos y prioriza áreas como energía renovable, transporte, agua potable y tecnología.
Con sede en Shanghái, China, el banco ha empezado a incorporar nuevos países miembros fuera del grupo original, como Egipto, Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos, y ahora, Colombia.
Un paso hacia nuevas oportunidades
Para Colombia, este ingreso representa una oportunidad para financiar proyectos estratégicos sin las limitaciones tradicionales de endeudamiento. La membresía al banco permitirá al país explorar soluciones innovadoras para impulsar su infraestructura, avanzar en la transición energética y fortalecer la sostenibilidad.
Además, esta movida refuerza los vínculos con países que están definiendo nuevas dinámicas económicas a nivel global. Aunque aún no implica una membresía plena en el bloque BRICS, sí podría considerarse como un primer paso hacia una relación más estrecha en el futuro.
El embajador de Brasil en Colombia, Paulo Estivallet de Mesquita, valoró positivamente la decisión y señaló que esta adhesión representa una forma de diversificar las alianzas estratégicas del país. “Es una oportunidad para ampliar las fuentes de cooperación y financiamiento, en línea con los desafíos actuales del desarrollo”, expresó.