El mundo del fútbol se paraliza este miércoles 9 de julio con una semifinal que promete ser inolvidable: Real Madrid y Paris Saint-Germain (PSG) se enfrentan en el estadio MetLife de Nueva Jersey, en busca de un cupo a la gran final del Mundial de Clubes 2025. El balón rodará desde las 4:00 p.m. (hora local), y 2:00 pm hora de Colombia. El partido será transmitido en vivo por DAZN y Telecinco.
Este encuentro, cargado de historia y emoción, tiene todos los ingredientes de una final anticipada: dos clubes con poderío económico, técnico y futbolístico, enfrentándose en un torneo que busca coronar al mejor club del mundo. La atención está centrada, además, en el reencuentro entre Kylian Mbappé y su antiguo equipo, en un duelo que desborda morbo y expectativas.
El PSG llega a esta instancia con un presente brillante. Dirigido por Luis Enrique, el equipo parisino viene de conquistar el triplete nacional (Ligue 1, Copa de Francia y Supercopa) y de eliminar con autoridad a dos pesos pesados: Bayern Múnich y el sorprendente Inter Miami. Su estilo de juego, basado en la posesión y la presión alta, ha sido efectivo y estéticamente atractivo.
En frente estará el eterno candidato: el Real Madrid, que de la mano de Xabi Alonso ha sabido reinventarse con una mezcla perfecta entre juventud y experiencia. Tras dejar en el camino a Juventus y Borussia Dortmund, el club blanco se planta como favorito, con figuras como Vinícius Jr., Bellingham, Camavinga, Courtois y, por supuesto, Mbappé, quien enfrenta su primer gran desafío con la camiseta merengue.
Real Madrid y PSG no tienen una rivalidad histórica como otras, pero en los últimos años sus enfrentamientos han ganado peso y emoción. Se han visto las caras 12 veces en competiciones oficiales: el Madrid ha ganado 5 encuentros, PSG ha triunfado en 4, y han empatado 3 veces.
El recuerdo más reciente es el vibrante cruce en los octavos de final de la Champions 2021-2022, cuando el Madrid remontó un 1-0 adverso en París con un contundente 3-1 en casa, en una noche mágica de Karim Benzema. Ese resultado dejó cicatrices en el PSG, que ahora busca revancha en una instancia y un torneo distintos, pero igual de trascendentales.
Todos los focos están sobre Kylian Mbappé, que durante siete temporadas fue la máxima figura del PSG y ahora, con la camiseta blanca, se alista para eliminar al equipo que lo proyectó al estrellato. Su relación con la afición parisina terminó con sentimientos encontrados, y esta será su primera vez enfrentando a su antiguo club.
Más allá del morbo, Mbappé llega en gran forma: ha marcado en todos los partidos del torneo y ha sido clave en las transiciones ofensivas del Real Madrid. Su rendimiento podría ser decisivo para inclinar la balanza.
Este partido no solo define un finalista del Mundial de Clubes, también define parte del relato contemporáneo del fútbol. El PSG quiere sacudirse su etiqueta de eterno aspirante y levantar su primer título mundial, mientras que el Real Madrid busca ampliar su hegemonía como el club más exitoso del planeta, ahora también en esta renovada versión del torneo.
La semifinal se juega en Estados Unidos, un país que ha acogido con entusiasmo este nuevo formato del torneo de clubes, y donde ambos equipos cuentan con una base de fanáticos enorme. Las entradas están agotadas, y más de 70.000 espectadores estarán presentes en el MetLife Stadium.
Además del pase a la final, este duelo representa una oportunidad para seguir construyendo legado. Para Real Madrid, es seguir demostrando por qué su historia está marcada por noches mágicas. Para el PSG, es el momento de demostrar que la inversión y la evolución de su modelo deportivo dan resultados concretos.
Se trata de más que un partido: es un choque de generaciones, de proyectos deportivos, de filosofías. Y el mundo estará mirando.
