Ambos ascendieron: Unión y Llaneros subieron a la «A» tras un polémico partido

Este sábado, en Villavicencio, Llaneros y Unión Magdalena se enfrentaron en el partido de vuelta de la «Gran Final» de ascenso del año 2024. Tras el 1-0 a favor de los samarios en el juego de ida disputado en Santa Marta, este encuentro definiría el desenlace de un polémico y confuso torneo, en el que los resultados podían derivar en el ascenso de uno, de ambos equipos, o incluso en un repechaje del perdedor frente al Real Cartagena, que aguardaba rival.

Antes del encuentro, desde la ciudad heroica surgieron preocupaciones ante rumores de posibles amaños internos y conversaciones entre Llaneros y Unión Magdalena para favorecer un ascenso mutuo a la máxima categoría del Fútbol Profesional Colombiano. Esas sospechas parecieron confirmarse durante el desarrollo del partido, donde ambos equipos exhibieron un comportamiento sospechoso, con un juego desganado y constantes intentos de quemar tiempo en lo que parecía ser un acuerdo implícito.

La polémica estalló tras el gol de Llaneros, anotado por su delantero Duarte, en una acción que dejó en evidencia una aparente falta de esfuerzo del arquero de Unión Magdalena, quien no mostró intención de evitar la anotación. Con ese resultado, Llaneros aseguraba su ascenso por ser líder de la tabla de reclasificación, mientras que Unión, en caso de ganar la tanda de penales, ascendería como campeón del torneo. El marcador global quedó igualado 1-1.El resto del partido transcurrió sin mayores emociones.

Tras el pitazo final, Llaneros celebró efusivamente frente a su rival, mientras Unión se preparaba para la definición desde el punto penal. Sin embargo, dicha celebración pareció ser el preludio de un nuevo escándalo. En la tanda de penales, los jugadores de Llaneros fallaron de forma notoria el primero y el tercer cobro, enviando el balón por encima del arco en ejecuciones que parecían deliberadas. A pesar de simular tristeza, estas fallas permitieron que Unión Magdalena ganara la tanda 4-2 y asegurara su ascenso.

El estadio de Villavicencio se convirtió en una fiesta compartida por ambos equipos, cuyos jugadores, lejos de mostrar desilusión o rivalidad, celebraron juntos el ascenso. Mientras tanto, en redes sociales, aficionados y periodistas criticaron fuertemente lo ocurrido, calificándolo de amaño descarado. Las imágenes y videos capturados por medios nacionales e internacionales reforzaron las acusaciones de un arreglo entre los equipos.

Por último, aunque la Dimayor aún no ha abierto investigaciones sobre lo sucedido, el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, calificó el encuentro como «una vergüenza antideportiva» y expresó su indignación en representación del Real Cartagena, que quedó sin opción de disputar el repechaje. Por su parte, los equipos ascendidos respondieron con burlas hacia los cartageneros durante las celebraciones del título y el ascenso, destacando que el repechaje nunca se llevará a cabo, condenando así a Real Cartagena a un año más en la segunda división.

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